Se supone que cuando un Hatchimal sale de su cascarón tienes que cuidarlo y quererlo para siempre, pero hay gente que es insensible y cuando se cansa de ellos los abandona. ¡Qué cruel! Por suerte, hay un refugio que acoge a los Hatchimals sin hogar y hoy estás de voluntario allí para ayudarles. Lava, acicala y quiere a estos pequeñines como si fueran tuyos. ¡No olvides jugar con ellos también!