Tantos tentáculos, y tan pocos amigos a los que abrazar… La vida de los pulpos solitarios es muy triste. Por eso en este juego tendrás que ayudar a un grupo de colegas a extender brazos cubiertos de ventosas y unirse formando un corro. Eso sí, de forma que nadie se quede con un tentáculo suelto. ¡Sálvalos de la soledad de las profundidades marinas!