Cuando la princesa Disney Merida consiguió salirse con la suya y luchar en una batalla, ¡no se esperaba que le volvieran a dar la brasa! Pero al verla volver cubierta de heridas, polvo y cicatrices, ¡su madre entró en pánico! Que si tienes que comportarte como una dama, que si la compostura, que si el cutis... ¿Es que no podemos llamarlo piel y ya está? Pues nada, que mañana hay una reunión de clanes y es imprescindible que Merida vaya "presentable", así que le toca lavarse la cara, curarse las heridas y untarse cremas y ungüentos de señoras. En fin, un tratamiento de belleza facial no es un precio muy caro que pagar por participar en una gran batalla escocesa... ¡sé valiente, Merida!
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