A Sara le chiflan los animalitos desde que era pequeña. Siempre ha querido ser veterinaria para cuidar de ellos cada día. Aunque todavía está en el colegio, se ocupa de rescatar a las bolas de pelo abandonadas que encuentra, y les da un hogar. Si están heridos, los lleva a casa y les cura las heridas, los limpia, y les da los cuidados que necesitan para que vuelvan a menear la cola felices. Gatos, perros… ¡en casa de Sarah todo tiene cuatro patas!