Es algo insólito que un unicornio se acerque a las casas humanas, ¡pero este quiere ser tu mascota! Te está pidiendo que juegues con él, que le des zanahorias y pastelitos y que le peines las crines. ¿Te has quedado sin pienso? No pasa nada, entrena a tu unicornio en las carreras de obstáculos y ganaréis dinero de sobra para vivir felices y comer perdices.