Mira qué gatito tan pequeñito y tan chiquitito. ¿No es adorable? Pues parece que le has gustado, ¿qué te parece ocuparte de él durante una tarde? Ponle nombre y llévalo al jardín para darle un baño, peinarle, darle de comer y pasároslo genial jugando. ¡Será un gato pequeñito, pero tiene un gran corazón!