El gato Bigotes tenía un dulce hogar y una familia que lo quería, ¡hasta que un día lo abandonaron! Se quedó tan triste que estuvo vagabundeando por las calles día y noche, buscándolos, hasta que un veterinario con un gran corazón lo adoptó. Como eres la ayudante del veterinario, ¡puedes cuidar a Bigotes, bañarlo y peinarlo hasta que esté felinamente feliz!