Quedan unos minutos de partido en este duelo de fútbol americano, y entre tú yo: ya no aguantamos más. Cada vez que se nos echan encima los jugadores del otro equipo, parece que una montaña se abalanza sobre nosotros. Corre, Forrest, corre para que no te alcancen y se hagan con el botín (osea, el balón). ¡Y no dejes que consigan un touchdown!