En el valle de las hadas, las familias no dejan de crecer. Ya no queda espacio en los árboles para construir más cabañas. ¡Necesitan ayuda humana para aprender a hacer edificios resistentes y espaciosos! Las hadas no son muy hábiles para la decoración y la pintura, ¡así que tú estás al mando! Pon un tejado rosa, una verja bonita, bóvedas… Si quieres, ¡hasta puedes plantar árboles! Ya quisiéramos nosotras vivir en un lugar así, ¿a que sí?