Monchina es preciosa y muy buena, pero también un poco patosa. ¡Siempre que sale a galopar, acaba cayéndose en el barro! Hala, otra vez. Estabas avisada… ¿Le limpias el pelaje y las crines? Quítale las manchas, lávale las pezuñas y dale un baño relajante en el lago mientras juegas con ella. Está bien darse mimos de vez en cuando, ¿verdad, pequeño poni?