Esta familia gatuna vive en una pequeña mansión para gatos que les ha comprado su dueña. Tiene camas mullidas y calentitas, comida de gatos, ovillos de lana que perseguir de un lado para otro... ¡y está prohibida la entrada a los perros! A los mininos les encanta su hogar, pero antes Misifú se enfadado y, entre bufidos, ha puesto todo patas arriba. ¡Al menos no ha arañado las paredes! ¿Y si aprovechamos para redecorar toda la casa de gatos? ¡Seguro que puedes dejarla más bonita de lo que estaba!