Llego a casa por la tarde y, ¡sorpresa! Mi madre tiene el nuevo número de la revista Elle. Le echo un vistazo para ver qué artículos me interesan… pero siempre, sin exceptión, acabo en la página del horóscopo.
Se me olvida que hay otras personas que han nacido el mismo mes que yo, incluso el mismo día y a la misma hora. Sí, tengo muchas amigas con mi mismo signo y su personalidad es muy diferente. Vivimos experiencias diferentes. Y sin embargo, el horóscopo habla específicamente de mí y solo de mí. Encuentro información que encaja perfectamente con lo que me está pasando en ese momento.
¿Por qué? Porque el horóscopo nos da esperanza. Cuando hemos tenido un mal día, nuestro horóscopo nos recuerda que mañana será mejor. Que no hace falta tirarse de los pelos y gritar de desesperación. El horóscopo, ya te habrás dado cuenta, siempre es optimista. Y el optimismo nos hace falta para seguir adelante cuando la esperanza flaquea.
¿Sabías que «horóscopo» significa etimológicamente «el que observa la hora»? Nosotras preferimos definirlo como «mirar al presente». Claro que hay que tener visión de futuro, sueños, ambiciones... pero cada momento que vives ES el presente, ¡vívelo a tope!
Vive como si este instante fuera el más importante de tu vida. - Buda.
Moraleja del artículo (I): Un buen horóscopo es aquel que te hace sentir que está escrito para ti. Y mejor aún si te hace sentir bien y te arranca una sonrisa.
Moraleja del artículo (II): No hay que perder la esperanza, ¡a ver esa sonrisa! Es más fácil decirlo que hacerlo, pero tanto en los días malos como en los buenos, tenemos que preguntarnos: «¿qué cosas buenas me han pasado hoy?». Y, sobre todo: «¿qué cosas buenas he hecho yo hoy?». Siempre hay algo. Es al hacer buenas acciones como recibimos buenas acciones.
¿Tú también te identificas con tu signo? ¿O eres de las que buscan errores en el horóscopo?