Las dos palabras vienen del griego clásico, así que les hemos preguntado a los griegos clásicos qué tenían en mente cuando se las inventaron. Por desgracia, los griegos clásicos no han sido de gran ayuda. Mira lo que nos han dicho:
En fin, que gracias por nada, señores griegos, porque en realidad la ciencia de los astros es la astronomía.
La astronomía, hoy en día, es el estudio de los fenómenos y objetos que existen más allá de la Tierra. Para la gente normal: planetas, cometas, asteroides… y, si te va el rollo: antimateria, agujeros de gusano, ambiplasma… Todas las cosas que hay (o que los científicos calculan que hay) en el espacio.
La astrología, por otro lado, es una forma de adivinación. Consiste en observar la posición de las estrellas y los planetas en el cielo para predecir el futuro.
Allá por los tiempos medievales, la astronomía y la astrología se consideraban más o menos lo mismo. En plan de: «A ver, las dos consisten en mirar pa’ arriba, ¿no?». Pero entonces en Europa occidental a la gente le dio por leer libros a saco y ponerse quisquillosos estudiando las cosas para ser más sabios (tanto, que decidieron llamar a esa época La Ilustración).
Aquella gente tan ilustrada y científica no era muy partidaria de las pitonisas y la invocación a los espíritus; querían ciencia y hechos comprobados. Desde entonces, las dos disciplinas se separaron para siempre (¡drama!).
Algunos científicos siguen indignados porque los adivinos se han apoderado de la palabra «ciencia de los astros».
Para ver si has prestado atención a este artículo tan útil e informativo, hemos preparado un test que hemos bautizado «¿Astrónomo o Astrólogo?». Solo tienes que adivinar quién es qué.