¡Hola, chicas! A veces, por decisión de nuestros padres, algunas tenemos que cambiar de colegio… eso significa separarnos de nuestras mejores amigas, los profes que más nos gustan, y, si tenemos mala suerte, también de nuestro novio…
En primer lugar, cambiar de colegio también nos permite librarnos de las cosas malas. Por ejemplo, de esa persona insoportable de tu clase que siempre te estaba incordiando, y de los profes con mal genio que te hacían la vida imposible.
Pero también tienes experiencias muy positivas por llegar. Puede que ahora te cueste visualizarlo, pero pronto harás nuevas amigas, distintas de las que tienes ahora, seguro, pero conectarás con ellas igual. Al ampliar tu círculo de amistades, seguro que descubres nuevas aficiones y aprendes cosas nuevas.
Tendrás fines de semana memorables de pasear o ir al cine, cotillear y hacer el tonto con un nuevo grupo de chicas, y… ¿quién sabe? Si no tienes novio ahora mismo, a lo mejor conoces al chico de tus sueños en tu nueva clase.
¿Te has cambiado de colegio alguna vez? ¡Cuéntanos tu experiencia en los comentarios!